Las mamás, querida mía, tenemos una cajita en la que guardamos los hembriones (que no es lo mismo que los machones, que para esos tenemos otra cajita al lado)
Si vas a un lavabo público y eres descuidada, querida niñita, te pueden hembrionar. Lo mismo que si te descuidas y haces pipí en el campo cerca de un pastor o de un granjero.
Has de ser muy cuidadosa y no enseñar tu cajita a nadie. porque esa cajita es sagrada y sólo Nuestro Señor puede obrar en tí la maravillas que quiera (¡Manda cojones con los señores obispos, la de sobrinas y sobrinos que tenían poblando el mundo!)
Hubo un zorrobispo que en las Italias renacentistas, en no me acuerdo que purísima, santísima y devotísima ciudad, comprobó horrorizado cómo el pérfido satán cobraba su misma forma humana para trepar de noche por los balcones de las más bellas doncellas del lugar para verles la cajita y obrar maravillas en ellas. Como Satán es tan fogoso (anda todo el día entre fuegos y fogones), las dejaba a todas preñás.
Una desgracia que azotó a toda la comarca, y no hubo manera de acabar con aquél diablo hasta que el alcalde, que acaso no era tan devoto de la virgen ni tan temeroso de satán, multiplicó la guardia y a punto estuvieron en una ocasión de atraparle por el rabo tieso y cortárselo.
Vía foro Ateosteístas.com frase de JM
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